sábado, 14 de mayo de 2011

RESEÑA

“El Señor de las Moscas” (de William Golding) 



No son muchas las veces que caen en nuestras manos libros tan fascinantes que uno desea recomendarlos, sabiendo con absoluta certeza que será un acierto. Esto me paso con “El señor de las moscas”. Debo decir que hace tiempo me lo recomendaban como un exponente fabuloso y magistral de los comportamientos humanos en situaciones límites. Reforzando mis ganas de leerlo, se sumaron varias menciones para dicho clásico de la literatura inglesa: por un lado, “Corazones en Atlántida” de S. King. Allí, Bobby recibe como regalo de Ted este libro que cambia su percepción del mundo y, a partir de allí, todo cobra un nuevo matiz. Por su lado los que vieron Lost, no pueden menos que encontrar infinitas similitudes entre ambas historias; de hecho, hacen una breve referencia a este libro en una charla de la primera temporada entre John Locke y Walt.
Una curiosa coincidencia es que en ambos ejemplos, un adulto recomienda o reflexiona sobre este libro con un niño; y con un niño de la edad de los jovencitos que quedan perdidos y solos en la isla de esta historia.
No, claro que no es casualidad. Es la edad justa en que se comienza a comprender el sentimiento de pertenencia a una sociedad por medio de sus normas, de sus prohibiciones y, sobre todo, de sus líderes.
La historia se basa en estos conflictos, que se presentarán acrecentados ante el hecho de la ausencia de un mayor (que se supondría líder o jefe en rango de jerarquía cronológica), y al ser todos jovencitos de la misma edad, nacerán sin dudas los enfrentamientos para ver quién llevará el mando, y de llegar a una concordancia, luego vendrán las ansias de poder y de arrebato de lo legítimo.
Todo esto se vuelve mucho más crudo teniendo en cuenta que hablamos de chicos, algunos un poco más grandes, otros más pequeños, “los peques”. Cuánto encontramos de cierto en este reflejo de las sociedades humanas. Cada personaje representando fielmente los distintos ámbitos de las relaciones humanas: el que aporta el sentido común, el que razona y concilia, el que aspira desmedidamente el poder, los que cambian de bando para su conveniencia, los que aún no comprenden que pasa.
Y Simón, a mi criterio, el personaje más enigmático y maravilloso: el que en su silencio se encuentra cara a cara con “El señor de las Moscas”, para comenzar a entrever lo que se está gestando, en esa fabulosa charla imaginaria.

Un final estupendo. La propia maldad, crudeza y persecución de Jack es el arma que se vuelve en su contra para dar lugar a la salvación.
Un libro impecable, emocionante, crudo e inmensamente real.
Inolvidable.  

5 comentarios:

  1. ¿Así que blog con reseñas, cuentos y demás? ¡Ah, pero qué sorpresa!!!

    ¡Felicítola!

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  2. Dice Italo Calvino,que al leer un libro más de una vez, lo convierte uno en clásico.
    Y eso hice con El señor de las moscas.
    Un abrazo.

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  3. ¡Hola Juan! Muchas gracias por las felicitaciones y por pasar; es usted bienvenido en estos pagos. Le doy unas correcciones más al cuento que escribí y esta noche te lo paso para que lo tengas en cuenta para Otro Cielo. ¡Besos!

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  4. ¡Hola Claudio! (¿Camacho?) Gracias por pasar, y me gustó mucho lo que escribiste, de cómo un libro de convierte en clásico. Te espero cuando gustes.

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  5. No hay duda de que es un clásico indispensable del que podemos aprender muchas enseñanzas. Hace mucho que lo leí, así que no estaría mal darle una nueva lectura. :)

    Buena entrada! ;)

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